Milo is accustomed to living without music. He’s never heard it. In fact, he doesn’t know exactly what it is. He only knows what he has been told. In the village where Milo lives, the music was turned off long ago but it unexpectedly returns. This work from Mattiangeli and Felicita shows us that a disability does not have to be a barrier.
Milo está acostumbrado a vivir sin música. Nunca la ha oído. De hecho, no sabe exactamente lo que es. Solo sabe lo que le han contado. En el pueblo de Milo la música se apagó hace tiempo, pero volverá de la mano del menos esperado. Con esta preciosa obra, Susanna Mattiangeli y Felicita Sala nos demuestran que una discapacidad no tiene por qué ser una barrera.
Milo está acostumbrado a vivir sin música. Nunca la ha oído. De hecho, no sabe exactamente lo que es. Solo sabe lo que le han contado. En el pueblo de Milo la música se apagó hace tiempo, pero volverá de la mano del menos esperado. Con esta preciosa obra, Susanna Mattiangeli y Felicita Sala nos demuestran que una discapacidad no tiene por qué ser una barrera.