What is included with this book?
The New copy of this book will include any supplemental materials advertised. Please check the title of the book to determine if it should include any access cards, study guides, lab manuals, CDs, etc.
The Used, Rental and eBook copies of this book are not guaranteed to include any supplemental materials. Typically, only the book itself is included. This is true even if the title states it includes any access cards, study guides, lab manuals, CDs, etc.
Olía a muerte.
Cuando el chofer Tyrone Williams abrió las puertas desu tráiler en la madrugada del miércoles 14 de mayo de2003, jamás se imaginó encontrar a tantas personas. Y, peoraún, que varias de ellas estuvieran muertas. Pero era así.
Tras halar la palanca que abría las puertas de la caja desu tráiler de dieciocho ruedas, tuvo que hacerse a un lado parano ser arrollado por los inmigrantes que brincaban al piso enbusca de aire y de vida. Algunos cuerpos cayeron inmóviles. Lebastó una ojeada para darse cuenta de que las cosas no estabanbien.
Dentro del tráiler, decenas de personas tiradas en el pisometálico. Unas estaban inconscientes, desmayadas, otras parecíandormir, y diecisiete estaban muertas. (Dos más moriríandespués en el hospital.) Sin embargo, en ese momento era imposiblesaber quiénes habían perecido y quiénes estaban alborde de la muerte. Eran alrededor de las dos de la mañana.Nadie transitaba por este camino rural de Victoria, en el sur deTexas, a un lado de la carretera interestatal 77 (U.S. Highway 77).
El interior del tráiler no tenía luz y no llevaban linternas.Sólo la luz de la luna despejaba el espeso manto de la oscuridad.El reflejo de las luces de una gasolinera se filtraba a través de unade las puertas del tráiler formando una fina línea blanquecina.Dentro, las sombras sugerían un amasijo de carnes sudadas yvoluntades quebrantadas.
No todos brincaron del tráiler. Caminando como zombis,algunos se dirigieron a la puerta del camión y bajaron con dificultad los tres o cuatro pies que los separaban del piso. Primero,se sentaban sobre la orilla del tráiler, luego se empujaban. Variosse encontraban tan débiles, mareados y desorientados que se cayeronal bajar, a pesar de que no estaban a gran altura. Los queaún tenían un poco de fuerzas ayudaban a los otros. Al abrir laspuertas, varios de los desmayados recobraron la conciencia y,con suma dificultad, se arrastraron hacia la salida. Los que sequedaron dentro del tráiler apenas se movían.
Nunca sabremos con exactitud cuántas personas viajabandentro del tráiler. Al menos setenta y tres, si contamos alos diecinueve muertos y a los cincuenta y cuatro sobrevivientesque detuvo la policía. Entre los muertos se cuentandieciséis mexicanos, un salvadoreño, un hondureño y un dominicano.Y entre los sobrevivientes se cuentan treinta y dosmexicanos, catorce hondureños, siete salvadoreños y un nicaragüense.
Pero ¿cuántos se escaparon? Se calcula que había alrededorde ochenta personas dentro del tráiler. Quizás más. Algunosreportes de prensa sugieren que podrían haber sidomás de cien. No lo sabemos. Lo que es muy probable es quealgunos de los sobrevivientes más jóvenes y fuertes hayan escapado tan pronto se abrieron las puertas. Era poco lo que hubieranpodido ayudar si se quedaban ahí. Además, no conocían acasi nadie. No se crearon fuertes lazos de amistad entre los inmigrantesque iban dentro del tráiler, ni existían vínculos familiaresentre la mayoría. Desde luego, esa no era su principalpreocupación. Si lograban escaparse, se ahorraban el pago finala los coyotes.
El martes 13 de mayo fue uno de los días mas calurosos vividosen el sur de Texas en la primavera de 2003. Poco despuésdel mediodía el termómetro registró 91 grados Fahrenheit, ungrado menos del récord para esa fecha. No llovió, y la sensaciónde calor se mantuvo a lo largo de la noche. Lo peor no era elcalor, sino la humedad. En esa región del estado es posible empaparuna camisa con sudor y humedad tras caminar tan solouna cuadra. La ropa se pega al cuerpo como si tuviera adhesivos.Era la mitad de la primavera, y se sentía. Cuando se abrieron laspuertas del tráiler, la madrugada del 14 de mayo, la temperaturahabía descendido un poco: 74 grados Fahrenheit. Sin embargo,con una humedad relativa del 93 por ciento, equivalía a estarmetido en una regadera.
Estas condiciones climatológicas hicieron del tráiler unverdadero baño sauna. Las altas temperaturas del día, sumadasa la humedad y al calor emanado por las decenas de cuerpos,convirtieron la caja del tráiler en una trampa mortal. Esimposible saber a cuánto subió la temperatura dentro del camión.Sin embargo, un reporte de la agencia de noticias AssociatedPress, que cita a autoridades del área, sugiere que pudohaber llegado a los 173 grados Fahrenheit. No hay forma decomprobarlo.
La caja del tráiler estaba totalmente sellada debido a su propósitocomercial. Este tipo de tráilers lleva, frecuentemente,mercancía perecedera: verduras, fruta, carne y otro tipo de alimentos.Mientras menos aire se cuele al interior del tráiler, mástiempo se mantiene intacto el contenido y más lejos puede llevarsela mercancía. Estos camiones no están equipados paratransportar a seres humanos.
Las paredes, el techo, las puertas y el piso de la caja del tráilerestaban forradas, primero con una capa de alumnio y luegocon otra de un material insulante. Esto evita que la temperaturainterior sea modificada drásticamente por el clima. Incluso si losinmigrantes hubieran podido perforar estas dos capas se habríanencontrado con las paredes de acero de la parte exteriordel tráiler. La caja, además, no se podía abrir por dentro. Nohabía escapatoria.
A pesar de que este tipo de tráilers tiene un sistema de aireacondicionado para mantener refrigerada la carga, por algunarazón inexplicable, no se usó la noche del martes ni la madrugadadel miércoles hasta que ya fue demasiado tarde. Varios delos inmigrantes notaron que el aire acondicionado empezó afuncionar unos momentos antes de que se abrieran las puertas.De nada sirvió.
Morir en el Intento
Excerpted from Morir en el Intento: La Peor Tragedia de Inmigrantes en la Historia de los Estados Unidos by Jorge Ramos
All rights reserved by the original copyright owners. Excerpts are provided for display purposes only and may not be reproduced, reprinted or distributed without the written permission of the publisher.