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What happened to students who used to respect and admire their teachers? What does it mean to be a good teacher? Do they come prepared every day? Are they popular with the students? Being a good teacher has never been easy, but in this day and age, teaching has become an even greater challenge. Anyone can stand in front of a group of students and call themselves a teacher, but only a handful merit the name. To be a teacher in its entirety is a privilege that you earn through assisting your students' growth while helping them apply themselves. Our society urges teachers to be flexible, open, and interested in a world with rapidly changing technology and how it is applied in the classroom. Rosa Barocio, with practical advice and a sense of humor, dedicates this book to teachers invested in revamping their teaching styles and not settling to be a great teacher, but an extraordinary one. They understand the responsibility they hold and that since their students look up to them, it’s their job to inspire them.
¿Qué es ser un buen maestro? ¿Aquél que se conforma con ir todos los días a trabajar y cumple con el programa de estudios? ¿Aquél que complace a los directivos y a los padres de familia para no tener problemas? ¿Aquél que es muy popular porque es el cuate de sus alumnos? Ser un buen maestro nunca ha sido fácil, pero en los tiempos actuales, enseñar se ha vuelto un verdadero reto. Cualquiera puede pararse frente a un grupo de alumnos y hacerse llamar maestro, pero sólo algunos realmente merecen ese nombre. Porque ser maestro en todo el sentido de la palabra es un privilegio que se gana con el esfuerzo por crecer para dar lo mejor de uno mismo a los alumnos. Con el compromiso de formarlos para que sean personas de bien que contribuyan positivamente a la humanidad. Nuestra sociedad está urgida de maestros íntegros con vocación, que sean flexibles, abiertos e interesados en acompañar a sus alumnos en un mundo donde los cambios se suceden muy rápido y la tecnología permea todos los ambientes. Maestros respetuosos que apliquen disciplina con amor poniendo límites sin lastimar, y preparen a las generaciones siguientes para un futuro incierto y complejo. Rosa Barocio, con consejos prácticos y mucho sentido de humor, dedica este libro a maestros interesados en revivir su vocación para no sólo ser buenos maestros, sino maestros extraordinarios. Maestros que no quieren dejar de aprender sino que desean seguir creciendo al lado de sus alumnos. Que comprenden la magnitud de su responsabilidad y se comprometen, a través de su ejemplo, para inspirarlos. Que están deseosos de contribuir a transformar esta sociedad.
¿Qué es ser un buen maestro? ¿Aquél que se conforma con ir todos los días a trabajar y cumple con el programa de estudios? ¿Aquél que complace a los directivos y a los padres de familia para no tener problemas? ¿Aquél que es muy popular porque es el cuate de sus alumnos? Ser un buen maestro nunca ha sido fácil, pero en los tiempos actuales, enseñar se ha vuelto un verdadero reto. Cualquiera puede pararse frente a un grupo de alumnos y hacerse llamar maestro, pero sólo algunos realmente merecen ese nombre. Porque ser maestro en todo el sentido de la palabra es un privilegio que se gana con el esfuerzo por crecer para dar lo mejor de uno mismo a los alumnos. Con el compromiso de formarlos para que sean personas de bien que contribuyan positivamente a la humanidad. Nuestra sociedad está urgida de maestros íntegros con vocación, que sean flexibles, abiertos e interesados en acompañar a sus alumnos en un mundo donde los cambios se suceden muy rápido y la tecnología permea todos los ambientes. Maestros respetuosos que apliquen disciplina con amor poniendo límites sin lastimar, y preparen a las generaciones siguientes para un futuro incierto y complejo. Rosa Barocio, con consejos prácticos y mucho sentido de humor, dedica este libro a maestros interesados en revivir su vocación para no sólo ser buenos maestros, sino maestros extraordinarios. Maestros que no quieren dejar de aprender sino que desean seguir creciendo al lado de sus alumnos. Que comprenden la magnitud de su responsabilidad y se comprometen, a través de su ejemplo, para inspirarlos. Que están deseosos de contribuir a transformar esta sociedad.
