did-you-know? rent-now

Amazon no longer offers textbook rentals. We do!

did-you-know? rent-now

Amazon no longer offers textbook rentals. We do!

We're the #1 textbook rental company. Let us show you why.

9780061140044

Cartas del Diablo a Su Sobrino

by
  • ISBN13:

    9780061140044

  • ISBN10:

    006114004X

  • Format: Paperback
  • Copyright: 2010-01-13
  • Publisher: HarperCollins Publications
  • Purchase Benefits
  • Free Shipping Icon Free Shipping On Orders Over $35!
    Your order must be $35 or more to qualify for free economy shipping. Bulk sales, PO's, Marketplace items, eBooks and apparel do not qualify for this offer.
  • eCampus.com Logo Get Rewarded for Ordering Your Textbooks! Enroll Now
List Price: $11.99 Save up to $4.92
  • Buy New
    $11.63

    USUALLY SHIPS IN 2-3 BUSINESS DAYS

Supplemental Materials

What is included with this book?

Summary

El eterno clisico sobre "las ultimas novedades del Infierno y las irrebatibles respuestas del Cielo" Esta clisica obra maestra de sitira ha entretenido e iluminado a lectores alrededor del mundo con su ironica y astuta representacion de la vida y las debilidades humanas desde el punto de vista de Escrutopo, el asistente de alto rango de "Nuestro Padre de Abajo." En este divertidisimo, muy serio y excepcionalmente original libro, C. S. Lewis comparte con nosotros la correspondencia entre el viejo diablo y su sobrino Orugario, un novato demonio encargado de asegurarse de la condenacion de un joven hombre. Cartas del Diablo a Su Sobrino es la historia mis atractiva acerca de la tentacion -- y el triunfo sobre ella -- jamis escrita.

Table of Contents

Prefaciop. 11
Prologop. 21
Citasp. 23
p. 25
p. 28
p. 32
p. 35
p. 39
p. 42
p. 45
p. 48
p. 51
p. 55
p. 58
p. 61
p. 65
p. 69
p. 73
p. 77
p. 81
p. 85
p. 89
p. 93
p. 97
p. 101
p. 105
p. 109
p. 113
p. 117
p. 121
p. 125
p. 129
p. 133
p. 137
Table of Contents provided by Ingram. All Rights Reserved.

Supplemental Materials

What is included with this book?

The New copy of this book will include any supplemental materials advertised. Please check the title of the book to determine if it should include any access cards, study guides, lab manuals, CDs, etc.

The Used, Rental and eBook copies of this book are not guaranteed to include any supplemental materials. Typically, only the book itself is included. This is true even if the title states it includes any access cards, study guides, lab manuals, CDs, etc.

Excerpts

Cartas del Diablo a Su Sobrino

Capítulo Uno

Mi querido Orugario:

Tomo nota de lo que dices acerca de orientar las lecturas de tu paciente y de ocuparte de que vea muy a menudo a su amigo materialista, pero ¿no estarás pecando de ingenuo? Parece como si creyeses que los razonamientos son el mejor medio de librarle de las garras del Enemigo. Si hubiese vivido hace unos (pocos) siglos, es posible que sí: en aquella época, los hombres todavía sabían bastante bien cuándo estaba probada una cosa y cuándo no lo estaba; y una vez demostrada, la creían de verdad; todavía unían el pensamiento a la acción, y estaban dispuestos a cambiar su modo de vida como consecuencia de una cadena de razonamientos. Pero ahora, con las revistas semanales y otras armas semejantes, hemos cambiado mucho todo eso. Tu hombre se ha acostumbrado, desde que era un muchacho, a tener dentro de su cabeza, bailoteando juntas, una docena de filosofías incompatibles. Ahora no piensa, ante todo, si las doctrinas son «ciertas» o «falsas», sino «académicas» o «prácticas», «superadas» o «actuales», «convencionales» o «implacables». La jerga, no la argumentación, es tu mejor aliado en la labor de mantenerle apartado de la Iglesia. ¡No pierdas el tiempo tratando de hacerle creer que el materialismo es la verdad! Hazle pensar que es poderoso, o sobrio, o valiente; que es la filosofía del futuro. Eso es lo que le importa.

La pega de los razonamientos consiste en que trasladan la lucha al campo propio del Enemigo: también El puede argumentar, mientras que, en el tipo de propaganda realmente práctica que te sugiero, ha demostrado durante siglos estar muy por debajo de Nuestro Padre de las Profundidades. El mero hecho de razonar despeja la mente del paciente, y, una vez despierta su razón, ¿quién puede prever el resultado? Incluso si una determinada línea de pensamiento se puede retorcer hasta que acabe por favorecernos, te encontrarás con que has estado reforzando en tu paciente la funesta costumbre de ocuparse de cuestiones generales y de dejar de atender exclusivamente al flujo de sus experiencias sensoriales inmediatas. Tu trabajo consiste en fijar su atención en este flujo. Enséñale a llamarlo «vida real», y no le dejes preguntarse qué entiende por «real».

Recuerda que no es, como tú, un espíritu puro. Al no haber sido nunca un ser humano (¡oh, esa abominable ventaja del Enemigo!), no te puedes hacer idea de hasta qué punto son esclavos de lo ordinario. Tuve una vez un paciente, ateo convencido, que solía leer en la Biblioteca del Museo Británico. Un día, mientras estaba leyendo, vi que sus pensamientos empezaban a tomar el mal camino. El Enemigo estuvo a su lado al instante, por supuesto, y antes de saber a ciencia cierta dónde estaba, vi que mi labor de veinte años empezaba a tambalearse. Si llego a perder la cabeza, y empiezo a tratar de defenderme con razonamientos, hubiese estado perdido, pero no fui tan necio. Dirigí mi ataque, inmediatamente, a aquella parte del hombre que había llegado a controlar mejor, y le sugerí que ya era hora de comer. Presumiblemente -- ¿sabes que nunca se puede oír exactamente lo que les dice? -- , el Enemigo contraatacó diciendo que aquello era mucho más importante que la comida; por lo menos, creo que ésa debía ser la línea de Su argumentación, porque cuando yo dije: «Exacto: de hecho, demasiado importante como para abordarlo a última hora de la mañana», la cara del paciente se iluminó perceptiblemente, y cuando pude agregar: «Mucho mejor volver después del almuerzo, y estudiarlo a fondo, con la mente despejada», iba ya camino de la puerta. Una vez en la calle, la batalla estaba ganada: le hice ver un vendedor de periódicos que anunciaba la edición del mediodía, y un autobús número 73 que pasaba por allí, y antes de que hubiese llegado al pie de la escalinata, ya le había inculcado la convicción indestructible de que, a pesar de cualquier idea rara que pudiera pasársele por la cabeza a un hombre encerrado a solas con sus libros, una sana dosis de «vida real» (con lo que se refería al autobús y al vendedor de periódicos) era suficiente para demostrar que «ese tipo de cosas» no pueden ser verdad. Sabía que se había salvado por los pelos, y años después solía hablar de «ese confuso sentido de la realidad que es la última protección contra las aberraciones de la mera lógica». Ahora está a salvo, en la casa de Nuestro Padre.

¿Empiezas a coger la idea? Gracias a ciertos procesos que pusimos en marcha en su interior hace siglos, les resulta totalmente imposible creer en lo extraordinario mientras tienen algo conocido a la vista. No dejes de insistir acerca de la normalidad de las cosas. Sobre todo, no intentes utilizar la ciencia (quiero decir, las ciencias de verdad) como defensa contra el Cristianismo, porque, con toda seguridad, ¡e incitarán a pensar en realidades que no puede tocar ni ver. Se han dado casos lamentables entre los físicos modernos. Y si ha de juguetear con las ciencias, que se limite a la economía y la sociología; no le dejes alejarse de la invaluable «vida real». Pero lo mejor es no dejarle leer libros científicos, sino darle la sensación general de que sabe todo, y que todo lo que haya pescado en conversaciones o lecturas es «el resultado de las últimas investigaciones». Acuérdate de que estás ahí para embarullarle; por cómo habláis algunos demonios jóvenes, cualquiera creería que nuestro trabajo consiste en enseñar.

Tu cariñoso tío,

Escrutopo

Cartas del Diablo a Su Sobrino. Copyright © by C. Lewis. Reprinted by permission of HarperCollins Publishers, Inc. All rights reserved. Available now wherever books are sold.

Excerpted from Cartas del Diablo A su Sobrino
All rights reserved by the original copyright owners. Excerpts are provided for display purposes only and may not be reproduced, reprinted or distributed without the written permission of the publisher.

Rewards Program