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Hemos llegado al siglo XXI, una ?poca de considerable progreso material basado en gran medida en adelantos tecnol?gicos estimulados por una oleada de descubrimientos cient?ficos. Sin embargo, el siglo XX estuvo plagado por una gigantesca cantidad de violencia, m?s que nunca antes, y a principios del siglo XXI la violencia criminal parece estar adquiriendo nuevas formas, con una potencia que crece sin cesar. Este caos no se produce debido a un insuficiente conocimiento t?cnico, ni por falta de materiales, sino por una mente desordenada.
Si bien muchos en este mundo disfrutan de una creciente prosperidad, muchos tambi?n permanecen en extrema pobreza. En la mayor?a de los pa?ses existe una gran disparidad entre las clases sociales. Al carecer de riqueza, los pobres son terriblemente vulnerables. Piensa tambi?n en cu?ntos animales se cr?an para el matadero, en n?mero tan grande que est? perjudicando al medio ambiente.
Estos hechos lamentables se deben a la falta de un cuidado amoroso. Si aumentara la generosidad de la humanidad por las otras personas, no s?lo la poblaci?n del mundo ser?a m?s feliz, sino que los incontables animales cuya existencia afectamos directamente tendr?an tambi?n una vida mejor. Para aumentar nuestro altruismo debemos motivarnos a nosotros mismos a tomar en consideraci?n los efectos de nuestras acciones tanto en el presente como en el futuro.
Si el sufrimiento gratuito pudiera eliminarse y la felicidad se lograra s?lo mediante el desarrollo material y la riqueza, entonces los ricos deber?an estar exentos de sufrimiento, pero obviamente ?se no es el caso. De hecho, una vez que la gente obtiene una buena tajada de dinero, comodidades y poder, tiende a volverse soberbia, especialmente envidiosa y particularmente codiciosa, m?s concentrada en hacer el mal e incre?blemente aprensiva. Aquellos que viven de manera moderada no son en modo alguno inmunes a los tres venenos de la lujuria, el odio y la ignorancia, pero en su mayor?a se ven considerablemente menos afectados por problemas adicionales.
?Qu? nos hace infelices? Nuestras mentes han ca?do en tal grado bajo la influencia de emociones autodestructivas que estas actitudes, lejos de ser vistas como perjudiciales, se acogen y se promueven. Eso es lo que nos lleva a incomodarnos.
Si la gente pudiera disfrutar de prosperidad externa y de cualidades internas de bondad, riqueza externa e interna, eso ciertamente dar?a lugar a una c?moda existencia humana. La felicidad, ciertamente, no proviene s?lo de circunstancias externas; se deriva principalmente de actitudes internas. En la actualidad aquellos pa?ses que han alcanzado un gran progreso material est?n empezando a identificar que la salud f?sica, as? como las condiciones de la sociedad, est?n ?ntimamente relacionadas con nuestros procesos mentales.
La investigaci?n anal?tica de los modos en que pensamos y sentimos es muy importante. A lo largo de los ?ltimos tres mil a?os, en la India ha tenido lugar el an?lisis m?s profundo de los procesos mentales internos, siendo, pues, ese discernimiento al que recurro en este libro para presentar toda la gama de pr?cticas que conducen a la iluminaci?n de la budeidad de un modo f?cilmente accesible.
Hace unos 2550 a?os, Buda estableci? una nueva religi?n en la India. Antes de ese tiempo algunas aspectos de sus ideas ya hab?an aparecido en ese pa?s, pero nadie hab?a delineado esas ideas y t?cnicas de manera tan concluyente como ?l lo har?a. ?Cu?l es su esencia? La inidentidad o negaci?n del egocentrismo. Mucho antes que ?l, muchos hab?an intentado analizar el estado de la identidad personal, sosteniendo que existe independientemente de la mente y el cuerpo. Buda lleg? a la conclusi?n de que cuando creemos que la identidad existe independientemente, nuestro sentido innato de egocentrismo aumenta y se solidifica. Como resultado, la lujuria, la ira, la envidia y la duda que provienen del ser egoc?ntrico se fortalecen y se arraigan.
Viendo que esos estados mentales defectuosos tales como la lujuria y el odio se arraigan en el ego?smo, Buda ense?? algo que no hab?a sido explicado antes, la perspectiva de la inidentidad. Esto fue excepcional y, ciertamente durante los 2500 a?os que han transcurrido desde entonces, nadie fuera de esta tradici?n ha ense?ado este punto de vista.
Tal como el erudito tibetano Jamyang Shepa escribiera hacia fines del siglo XVII, ?los puntos de vista budistas y no budistas se derivan de probar o refutar lo que se concibe como la opini?n sobre la identidad?. Al establecer el punto de vista del altruismo, el Buda ense?? que no existe un yo permanente e inmutable separado de la mente y el cuerpo. Las escuelas no budistas no s?lo aceptan esa existencia, sino que se empe?an en demostrarla a trav?s de varios enfoques, en tanto los sistemas budistas procuran refutarla.
No es que la identidad sea totalmente inexistente; es obvio que existe una entidad personal que desea la felicidad y que no quiere sufrir; pero el Buda ense?? que la identidad se crea en dependencia de la mente y el cuerpo. De este modo, Buda estableci? el concepto conocido como originaci?n dependiente que enfatiza la interrelaci?n de todas las cosas. Pese a las apariencias de lo contrario, nada existe con car?cter aut?nomo o en verdadero aislamiento. Todas las cosas tienen interconexiones. Este punto de vista de la originaci?n dependiente es una ense?anza fundamental de Buda.
Originaci?n dependiente significa que todos los fen?menos ? ya sean f?sicos, mentales o de cualquier otra naturaleza ? se producen a partir de ciertas causas y condiciones. La felicidad que busca una persona y el sufrimiento del cual quiere librarse no surgen independientemente, sino que se producen debido a causas espec?ficas. Seg?n el budismo, no surgen debido a causas permanentes, tales como un Creador autog?nico permanente, ni a una Naturaleza permanente, como se pensaba popularmente en la India. Buda ense?? que los fen?menos se producentan s?loen dependencia de sus respectivas causas y condiciones. Todo fluye constantemente.
Con frecuencia me preguntan cu?l es el punto de vista budista y respondo diciendo que es de originaci?n dependiente, y su conducta prescrita es la no violencia. La no violencia significa estar motivado por la compasi?n, que exige ayudar a los dem?s y, si eso no es posible, entonces al menos no hacerles da?o. La originaci?n dependiente y la compasi?n son la esencia de la religi?n budista y las claves para alcanzar su estado m?s elevado de conciencia: la iluminaci?n.
? 2009 Dalai Lama