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Ramón Pagano disfruta de una condición que lo enorgullece: es el único habitante del país que sabe qué día y a qué hora morirá.
Primer sentenciado a muerte en más de cien años, comparte, a veces jubiloso y en otras melancólico, sus últimos cincuenta días.
Una complicada agenda lo devora: recibe las visitas de su madre y de su novia sin entender por qué las mortifica tanto su condena; departe con el juez que lo sentenció, quien al tiempo que se disculpa pugna por los derechos de transmisión de la ejecución; escribe discursos para el presidente de la República y asesora a su gabinete, y discurre sobre la existencia de Dios con el confesor que le asignan y con el secretario de Comunicaciones, quien le encomienda disipar tal duda desde el más allá. Mientras tanto, Ramón Pagano va desmontando la historia que lo llevó a prisión, desde sus primeras fechorías hasta su incorporación a un poderoso cártel, del que llegó a ser operador financiero gracias a su descomunal memoria y a su insólita habilidad para lavar dinero.
Con la difusa precisión de las pesadillas y con un sentido del humor contenido y afilado, Los últimos días de Ramón Pagano nos recuerda que toda vida es una cuenta regresiva, aunque la mayoría no tengamos el pesar o el privilegio de saber en qué número estamos parados.
ENGLISH DESCRIPTION
Ramon Pagano enjoys a privilege that makes him feel proud and unique: he is the only person in the country who knows what day and time he will die.
He is the first person sentenced to death in more than a hundred years, and so he shares his last fifty days on earth which are sometimes happy and at times sad and gloomy.
He has an extremely full agenda during those days: his mother and his girlfriend visit him as he fails to understand why they are so distraught by his sentence; he receives a visit from the judge who sentenced him, who while he’s asking for forgiveness fights for the rights to live stream the execution; he writes speeches for the President and becomes an advisor to his cabinet; and he also debates God’s existence with the clergy that was assigned to him. Meanwhile, Ramón Pagano narrates, piece by piece, the personal story that led him to prison, starting from his first small offenses to joining a powerful cartel.
With the vague precision of a nightmare and a restrained and piercing sense of humor, Los últimos días de Ramón Pagano / Ramon Pagano's Last Days reminds us that life is a countdown, even though most of us do not have the privilege of knowing which will be our final day.
