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Why mandalas? What do we stand to gain from this active meditation technique? The practice of coloring mandalas offers enormous benefits on the mental, emotional, and even physical levels. Working with mandalas builds our connection with the interior self and with others, brings us joy, and constitutes a ritual of self-healing.
¿Por qué elegir mandalas? ¿Qué es lo que podemos obtener de esta técnica de meditación activa? ¿En qué puede ayudarnos? La práctica de pintar mandalas nos aporta enormes beneficios a nivel mental, emocional e, inclusive, físico. En primer lugar nos permite realizar objetos estéticamente bellos, lo que aumentará nuestra autoestima y nos permitirá estar más felices, colaborando con cualquier proceso de sanación. También nos permite trabajar con nuestro propio interior, con nuestras emociones, frustraciones y tareas pendientes. Nos ayuda a conocernos profundamente, a observar qué nos sucede cuando cambian nuestros planes, cuando sentimos que fracasamos, cuando debemos adaptarnos a lo que nos ofrece la vida. Nos ayuda a tener flexibilidad de emociones, pensamiento y acción. Pintando mandalas podremos regalar alegría, al ofrecer a los seres que amamos un diseño realizado desde nuestro corazón. Podremos actuar sobre nuestra conciencia al realizar algo bello, sobre nuestras memorias emotivas que se activarán al repasar las formas y los colores utilizados, además de desarrollar valiosas cualidades, especialmente una disciplina espiritual, la concentración, el orden y la paciencia. Permitamos expresar las emociones, para conocernos y vincularnos mejor con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Aceptemos la propuesta de tomar contacto con el arte como un ritual sanador, como en un santuario personal. Dejemos que nuestra fantasía pueda desarrollarse y, sin dudas, seremos los primeros beneficiados.
¿Por qué elegir mandalas? ¿Qué es lo que podemos obtener de esta técnica de meditación activa? ¿En qué puede ayudarnos? La práctica de pintar mandalas nos aporta enormes beneficios a nivel mental, emocional e, inclusive, físico. En primer lugar nos permite realizar objetos estéticamente bellos, lo que aumentará nuestra autoestima y nos permitirá estar más felices, colaborando con cualquier proceso de sanación. También nos permite trabajar con nuestro propio interior, con nuestras emociones, frustraciones y tareas pendientes. Nos ayuda a conocernos profundamente, a observar qué nos sucede cuando cambian nuestros planes, cuando sentimos que fracasamos, cuando debemos adaptarnos a lo que nos ofrece la vida. Nos ayuda a tener flexibilidad de emociones, pensamiento y acción. Pintando mandalas podremos regalar alegría, al ofrecer a los seres que amamos un diseño realizado desde nuestro corazón. Podremos actuar sobre nuestra conciencia al realizar algo bello, sobre nuestras memorias emotivas que se activarán al repasar las formas y los colores utilizados, además de desarrollar valiosas cualidades, especialmente una disciplina espiritual, la concentración, el orden y la paciencia. Permitamos expresar las emociones, para conocernos y vincularnos mejor con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Aceptemos la propuesta de tomar contacto con el arte como un ritual sanador, como en un santuario personal. Dejemos que nuestra fantasía pueda desarrollarse y, sin dudas, seremos los primeros beneficiados.
